Dia 4 Aıdıncık - Melleç 89Km (365)
No se ni si donde estoy se considera pueblo. Ademas del restaurante donde me han ofrecido una habitacion, a penas hay cuatro casas mas que se asoman
a la playa; De arena gris y bastantes piedras. Cerca de la orilla los pescadores descargaban el botin del dia, mientras sus barcas de madera se balanceaban.
La luz de la habitacion no es constante, hay tres camas, pero solo tengo la compañia de una gran araña. Llegamos a un acuerdo antes de dormir ella en un rincon y yo en el otro. Pero a la mañana siguiente comprobe que no lo habia cumplido.
El dia fue duro. Hasta tres grandes puertos y de fuerte pendiente. Ahi es donde uno cuando el sudor empaña las gafas, te gotea por la nariz y cae contra el manillar y sientes los gemelos como pelotas de tenis piensa que hago aqui? Pero despues en el descenso se olvida todo.
Menos uno mismo todo huele bien. A campo, a mar. Y cuando me adelantan los camiones aguanto un momento sin respirar para evitar el humo y luego inspiro fuerte y puedo oler la fruta o verdura que transporta el camion. Me encantan las fresas.
Tras el primer tramo del dia visite el castillo de Mamure. Custodiado por un jardinero sin camara de fotos y con tortugas de varios paises en su foso. Despues llegue hasta Anamur y disfrute de las ruinas de la antigua Anamurium. Fundada por los fenicios pero que florecio con los romanos. Sus casas insertadas en la roca con hermosas vistas sobre la bahia debieron ser un buen lugar donde vivir.
Tras los restos arqueologicos el ultimo puerto del dia. Entre pinares, vistas preciosas y algunos plataneros llegue a la cima. Desde donde divise a esos pescadores a lo lejos. Ellos fueron los que me atraparon, y no la araña.
La luz de la habitacion no es constante, hay tres camas, pero solo tengo la compañia de una gran araña. Llegamos a un acuerdo antes de dormir ella en un rincon y yo en el otro. Pero a la mañana siguiente comprobe que no lo habia cumplido.
El dia fue duro. Hasta tres grandes puertos y de fuerte pendiente. Ahi es donde uno cuando el sudor empaña las gafas, te gotea por la nariz y cae contra el manillar y sientes los gemelos como pelotas de tenis piensa que hago aqui? Pero despues en el descenso se olvida todo.
Menos uno mismo todo huele bien. A campo, a mar. Y cuando me adelantan los camiones aguanto un momento sin respirar para evitar el humo y luego inspiro fuerte y puedo oler la fruta o verdura que transporta el camion. Me encantan las fresas.
Tras el primer tramo del dia visite el castillo de Mamure. Custodiado por un jardinero sin camara de fotos y con tortugas de varios paises en su foso. Despues llegue hasta Anamur y disfrute de las ruinas de la antigua Anamurium. Fundada por los fenicios pero que florecio con los romanos. Sus casas insertadas en la roca con hermosas vistas sobre la bahia debieron ser un buen lugar donde vivir.
Tras los restos arqueologicos el ultimo puerto del dia. Entre pinares, vistas preciosas y algunos plataneros llegue a la cima. Desde donde divise a esos pescadores a lo lejos. Ellos fueron los que me atraparon, y no la araña.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home