Dia 25 Gaziköy - İstanbul 114 Km (2152)

Tras el amanecer siempre abro la cremallera de la tienda. Entonces vuelvo a dormirme un rato. Como cuando apagamos por primera vez el despertador. El sol va subiendo y yo voy pensando en donde amanecere al dia siguiente. Aquella mañana era diferente. La ultima del primer tramo de mi gran viaje. Por eso me quede un rato mas observando el Marmara, y viendo saltar a algunos peces. Parecian querer decirme algo. Quizas advertirme de la dura etapa que me esperaba.

La estrecha carretera se convirtio en camino de tierra tras el pueblecito. Las pendientes eran enormes. El camino se enfilaba por las montañas. Habia excavadoras paradas y algun desprendimiento. Por primera vez tuve que poner pie en tierra. Luego poco a poco y con la ayuda del agua de la fuente subi el resto. Desde arriba se intuia la otra orilla del Marmara entre la neblina matutina. En el descenso vi un zorro buscando el desayuno. En los pequeños pueblos me volvieron a mirar como a un loco. Desayune tras las montañas. La señora me preparo la tostada y se quedo impresionada por mi viaje. Abrimos el mapa el todo.

La carretera era de nuevo de asfalto y habia cuatro carriles. Un poco de viento molesto y el cansancio acumulado no me dejaban rodar como otras veces. Cada vez mas trafico, tras atravesar Tekirdag. Ademas la carretera no era plana; continuas subidas y bajadas. Ya nada que ver o visitar, tan solo llegar. Ver a mi familia turca, explicar algunas anecdotas y comer comida casera en compañia. Eso me hacia seguir pedaleando, pero las pendientes de la mañana me habian robado fuerzas y tiempo. Haciendo calculos ya veia muy dificil llegar antes del anochecer. Hice parada de asamblea, para tomar decision. Echar el resto y llegar como sea, o buscar un sitio donde dormir y alargar un dia mas. Mientras lo pensaba bebiendo agua de la fuente junto a la carretera; llegaron ellos. Trabajaban poniendo antenas parabolicas e instalaciones varias. İban en una furgoneta blanca y bastante sucia, con el cristal delantero rajado. Me preguntaron, les conte mi historia y se ofrecieron a llevarme hasta Avcilar.

Compartimos un buen rato entre el trafico de entrada a İstanbul. Sin duda creo que no habria llegado antes del anochecer. Ademas la contaminacion, los humos, el sonido de los claxon...muy distinto a lo pedaleado hasta ahora. Ahora ellos tambien son del Atleti. Desde Avcilar y pese a haber 8 carriles llenos de todo lo mencionado, solo necesite un ultimo cartucho.

En Yenibosna me miraban con asombro. Como diciendo de donde ha salido este?? Al llegar a la casa de los Doğan la ventana estaba abierta como siempre. Söner se asomo al mismo tiempo que Kazim salio del kavhe. Söner bajo rapido las escaleras, mientras Kazim apoyo su brazo sobre mi espalda, me miro muy adentro, sonrio mostrando sus pequeños dientes y me dijo a la ducha loco.